Piérdete.

Pensar que todo está bien, que te sientes bien. Como si todo estuviese en calma y se quedase así durante el resto de tu vida. No pasa nada, pero es que no hace falta que pase nada. Puedes disfrutar de la playa, aunque siempre preferiste la montaña; salir a pasear sin tener un destino fijo; contar con los dedos las canciones que te recuerdan momentos que creíste olvidados.
Escucha todas las conversaciones para imaginarte en otro lugar; súbete en el primer autobús que encuentres y cuando se baje el chico de al lado, hazlo tú también; guarda los miedos bajo llave, porque ya no los necesitas; que te vean bien, que eres feliz, y la felicidad hay que enseñarla y sacarla a bailar de vez en cuando.

Ojalá que te hagan reír abriendo bien la boca.
Porque ya se sabe que la risa y la sonrisa no tienen nada que ver, solo comparten letras.
Pero eso sí, tú tienes la sonrisa más bonita que he visto en mucho tiempo.

Mierda, mierda, mierda.

A mí me hacía sentir especial, y me hace, joder.
Lo que no sabía es que eso le pasaba a todas las chicas con las que se cruzaba. De alguna manera, era una más, algo que siempre había odiado.
Quédate con todas ellas y olvídate de mí.
Quizá hubiese sido mejor que nunca me hubiera hablado, por lo menos evitaba llorar como una tonta, o estar despierta hasta las 5 de la mañana comiéndome la cabeza.
Así no hubiera vuelto a necesitar el helado de chocolate con trufas para sentirme mejor ni esperarle cada día, simplemente para escuchar un hola.
Me estoy volviendo loca.
Pero no, él prefiere seguir aquí, molestando con sus tonterías, para que cuando decida irse, sea todavía más difícil.
Porque lo que pocos saben, es que me tiene totalmente ganada.
Creo que ya no hay vuelta atrás.
Le odio, o no, que es aún peor.

Hace mucho tiempo.

Llevaba varios día triste, pero hoy fue diferente.
Hoy me había derrumbado, sin necesidad de que hubiera un por qué.

Contemplaba desde mi ventana cómo la gente parecía feliz, cómo una fila de coches esperaba la señal de un semáforo para seguir su camino;
pensaba en cómo yo me había perdido en el mío.

Permanecía allí, en mi habitación, delante de un cristal que dividía dos mundos, el de todas esas personas y el mío propio, me daba cuenta de todas esas veces que, al igual que ellos, aparentaba felicidad, pero ahora no, ahora sencillamente estaba triste, sin motivo.

Sabía perfectamente que mi madre estaba detrás de la puerta, intentando explicarse porqué estaba así, y no pude evitar que una lágrima llegara hasta mi mejilla.

Permanecía allí, sí, delante de un cristal que dividía dos mundos . .

Lárgate.

Y qué si hoy no me apetece hablar con nadie.
No creo que tenga que estar todo el día sonriendo para demostrar nada.
Si ves que no tengo un buén día, ¿por qué coño no me dajas en paz?
¿Tienes que estar detrás de mí para machacarme y seguir recordándome que soy una caprichosa que ahoga sus penas con helado de chocolate y caramelo?
Cuéntame algo que no sepa.

Igual es que prefiero escribir, leer, o ver una película; cualquier cosa antes de hablar contigo.
Y odio que me preguntes qué me pasa, porque con esa estúpida frase me demuestras que no te has dado cuenta, qué triste.

Esto no va a seguir.
Por primera vez soy yo la que no quiere.
Es fácil, olvídate de mí, y vete de una vez de mi vida, vete lo más lejos que puedas.

¿Cuál es el tuyo?

Todo se reduce a momentos.
Algunos son (in)olvidables, los que duran como poco, una sonrisa. El máximo hoy lo pones tú.
Otros son los amables, del verbo amar. Aquellos que sentimos como nuestros, aunque no dejan de pertenecer a la persona que nos los regala.
Los momentos suspiro, que vienen porque sí, y se van aún más rápido de lo que llegaron.
Los (des)esperados, que suelen merecer la pena, pero solo a veces.
Los románticos, que te llenan el corazón de todos los colores.
Los alegres, que no aceptan una lágrima como despedida.
Y como no hay algo bueno sin algo malo, también hay momentos tristes, que acaban esfumándose después de arrasarte por dentro.

Y hoy quería escribir un momento bonito, (que según me han contado) así es como debe ser el amor.

Ella tiene una misión.

A mí no me hables de cosas feas, hoy no.
Mi única misión en estas 24 horas va a ser la más difícil de todas.
Ser feliz.
Y no te creas que no me va a costar. Te equivocas.
Es complicado sonreír cuando el mundo no deja de darte razones para que hagas todo lo contrario.
Por eso, voy a quedarme con el lado positivo de las cosas, que aunque suena a imposible, no deja de sonar bien.

Deberíamos hacerlo todos, aunque sólo fuese para pobrar, experimentar.
Igual nos iría mejor. O igual no.
Quién sabe.

Ella tiene un regalo especial.

Ahí está.
Venga, ábrela.
No vale ser tímida; este es tu sitio.

Aquí los momentos son buenos y menos buenos. Sí, ya sé que esos son los malos, pero que al menos tengan un nombre bonito, ¿no?
Si sientes que tres amigos menos buenos, ya sabes, vienen a visitarte, ni lo dudes, guárdalos aquí dentro.
Ellos se hacen llamar Miedo, Dolor y Rabia.

De este pequeño lugar sólo podrán salir si tú quieres.
Esta es tu cajita de cristal, para que en ella escondas lo negativo de la vida.
Para que seas feliz.
Para que nunca te molesten.
Para que seas tú, sin adornos.

Ella sí que es una cosa bonita.

Cada vez que el reloj marque las 10, no, las nueve menos diez, te contaré algo tan bonito, que guardarás emociones imposibles al mismo tiempo, que creerás que el mundo es un poco menos malo.

Desearás que cada día lleguen la nueve menos diez para oír aquello que todos quisieran saber, pero solo tú conoces.
Oirás lo dulce, con un toque ácido. Te sacaré de quicio.
Conmigo verás la música y olerás los colores. Sentirás. Llorarás de risa, y hasta reirás de dolor, pero del que no duele.

Claro. Eso es. por supuesto.
Las nueve menos diez será la mejor hora del mundo.
¿Por qué?
Mira que te gusta preguntar cosas, ¿eh?
Pues, pues . . Porque es la nuestra, y estamos juntas, aunque nos separen 400 kilómetros.

Bueno, no, 346 :)

Dos nuevas razones lo hacen posible :)

Ya llevávamos unos días sin pasearnos por aquí, esto estaba un poquito vacío, así que volvemos, un día 13, contra toda superstición :)

Bueno, estamos requetecontentas, y es que hemos recibido dos nuevos premios, ¡y ya van TRES!

1. Primero agradecer a la persona que te lo otorgó.
En este caso a las personas, ya que lo hemos recibido de dos blogs distintos.
Gracias infinitas a la chica de los calcetines de colores ; y a Lara T. :)

2. Decir una heroína:
M siempre ha sentido especial debilidad por Norma Jeane Mortenson, y G por Edda Kathleen, es más, la adora.

3. Otorgar 5 premios a tus blogs preferidos:
- Esperando dos pecas y un tiramisú http://eesperandoo.blogspot.com/
- El frío le enrojece las pestañas http://enrojecerse.blogspot.com/
- Cuando la vida se tiñe de blanco http://lavidasincolor.blogspot.com/
- If i lie here... http://quintaavenida727.blogspot.com/
- La petite mariona http://lapetitemariona.blogspot.com/

Y de nuevo, gracias por cada cosa bonita que nos decís, que todo nos llega (L)

Un gracias enoooorme para tí :)

Como no podía ser de otra manera, estamos encantadas de que un blog como Rebellious Fashion Sisters http://rebellious-fashion-sis.blogspot.com/, (al que seguimos porque es de esos que te cautiva), nos haya otorgado un premio.


1. Dar las gracias a quien lo otorga.
Somos de las que piensan que un simple gracias a veces, es aburrido.
Pero es la mejor manera de decirlo, porque sabemos que podías haber elegido otro blog, uno mejor, que seguramente los habrá. Pero has pensado en nosotras, y nos alegra ver que así ha sido :)

2. Nombrar un autor que te encante.
Hay tantos y tan buenos . . Quizá Carlos Ruiz Zafón, tiene algo mágico.

3. Nombrar un autor que destaques.
Lo destacamos por impredecible, porque de alguna manera es diferente, y único también. Risto Mejide.

4. Un libro que te encante.
Crepúsculo.
Sonará a repetitivo y fenómeno fan, pero de verdad, es mucho más que eso.

5. Qué te emociona siempre.
Ver a la gente que quieres, con eso tengo TODO.

6. Algo que odias.
La falsedad, la hipocresía.

7. Pasarlo a 7 blogs.
El cóctel de los cuentos http://lorenagarciablanco.blogspot.com/
Bajo la cama de Cenicienta http://viviendoenmanhattan.blogspot.com/
Sonrisas de elefante y lágrimas de cocodrilo http://piruletadepapel.blogspot.com/
Sabes que no es un punto y final http://comocadaamanecer.blogspot.com/
Amor descafeinado... http://inyeccionletalparaelcorazon.blogspot.com/
Quiero ser tu frase preferida http://otranocheennuevayork.blogspot.com/
Pez globo y lobo entre el principio del mar y el fin de la tierra http://pezgloboylobo.blogspot.com/


Y gracias a todos y cada uno de los blogs que nos siguen, y nos dicen cosas bonitas.
Vosotros sois los que lo haceis posible :)

-MwithG.

Ella ha decidido escribir algo parecido a un diario.

Querido ¿tú?
La verdad, nunca he sido muy dada a escribir. Si es que no escribo ni la lista de la compra, como para ponerme a escribir un diario.
Pero hoy me he dado cuenta de que una alternativa a pasarme horas tirada en el sofá comiendo bombones, era escribir algo, que quizá nadie querría leer.
Porque hay poca gente que está dispuesta a preocuparse por los demás, será que es demasiado caro y todos estamos en crisis.

El 2010 se ha cobrado ya cuatro días, en los que aparte de empezar una nueva colección en el kiosko de la esquina de tacitas de té y cubertería inglesa, he tenido que buscar el sitio adecuado para colocar mis futuros 12 platos, 24 cuchillos, cucharas y tenedores, y 40 tazas que probablemente nunca llegue a estrenar.

Por lo demás, nada. Sí, sí, como lo lees, na-da.
Ni propósitos que no voy a cumplir, ni sueños que no se harán realidad, ni planes que no tendré tiempo de realizar. NADA.

¿Tendría que salir, correr, gritar, huír? ¿O dejar que pase lo que tenga que pasar?

Puff, lo sabía. No sé escribir. Mejor voy a comprar más bombones. Tengo antojo de bolitas de coco.

PD: Ah, por cierto, las tacitas de té tendrán su hueco entre muñequitas de porcelana y decenas de minerales de colecciones de años anteriores.

Nota mental: Debería hacer limpieza un día de estos . . (No, en serio)

Ella ¿arriesga?

Aviso, hoy estamos algo melancólicas.



Me he despertado pensando en lo fácil que era todo hace sólo unos años, lo sencillo que resultaba algo tan simple como actuar.
Ahora es diferente, hasta el punto de que debemos medir al máximo nuestras palabras, nuestros pensamientos, para intentar ser algo que valga la pena, para ser alguien, y además, un alguien mejor.
Ya no vale ser uno tal y como es, eso queda bonito, y sería cómodo, pero pobres de nosotras, siempre complicando al máximo nuestra frágil existencia.
Arriesgar.
Una palabra que todos, y que levante la mano aquel que prefiera el autoengaño, hemos pronunciado alguna vez asegurando que íbamos a romper las reglas.
Pero yo, cuando no sé, quizás equivocada, me voy al diccionario.
Arriesgar.
Se encuentra entre amigos como arriesgado y arriesgón, el primero aventurado y peligroso; el segundo acción y efecto.
Arriesgar.
Aparece definida, según la Real Academia Española de la Lengua, como poner a riesgo.

Y ¿qué es lo que ponemos a riesgo?
¿Cuántas veces realmente arriesgamos?
Menos de las que debemos, porque este mundo, está lleno de esto se hace así, de no puedes, de ni se te ocurra.

Y, si mandáramos todo eso un poquito a dónde yo me sé, igual entonces, seríamos todos un poquito más felices.
O igual no, ya lo he dicho, hoy estamos algo melancólicas.

Ella da la bienvenida al 2010

La verdad, este año ha sido diferente en todo.
Nos ha echo crecer, y madurar, y aprender.
Para ella, no ha sido otro año más, ha sido especial.
Ella dice que no es que se acabe, es que sigue, pero con otro nombre.
Ahora dice que el año también ha crecido, y ya no tiene nueve, tiene diez.

Bienvenido, estás aquí para quedarte.
Otros nuevos 365 días llenos de oportunidades, de sueños, de momentos.
Y los dieciséis, aunque para ella, eso es otra historia :)